La empresa

Una empresa familiar con más de 50 años de historia en la construcción y promoción de viviendas y locales comerciales.

D. Antonio Toré Toré , conocido popularmente como “Toto”, se considera uno de los principales promotores de la industria del turismo en Málaga. Entre 1966 y 1975 (fecha de su fallecimiento) construyó y promocionó mas de 3.200 viviendas en el municipio de Vélez-Málaga, casi todas ellas en Torre Del Mar, creando un destino turístico único que perdura en el tiempo.
No sólo construyó las viviendas, sino que atrajo la mirada de los europeos hacia la pequeña localidad pesquera de Torre Del Mar, acercando a sus propios países la forma de vida malagueña y andaluza, e invitando a muchos de ellos a pasar unos días por las costas malagueñas para que se impregnaran de su esencia. Esta técnica de promoción era muy vanguardista para la época, y su consecuencia directa, ha sido la creación de pequeñas comunidades de extranjeros, que han ido transmitiendo la tradición de residir parte del año en la costa oriental de Málaga de generación en generación.
Sus hijos continuaron la labor de D.Antonio Toré Toré, dedicando su esfuerzo a llevar las viviendas en Torre Del Mar al bolsillo de todos sus clientes, fomentando el crecimiento del municipio.
Juan De Dios Toré Vivar, continuó con el legado de su padre, fundando Constructora Promotora Biznalar S.L. , que con el mismo espíritu emprendedor y cercano ha promocionado y construido mas de 2.000 viviendas y continúa haciéndolo, ahora con ayuda de sus hijos, que como tercera generación están inmersos en el negocio familiar.
Constructora Promotora Biznalar S.L. sigue atendiendo a sus clientes cara a cara, sus gestores no solo son gerentes, sino también son los comerciales, los arquitectos, y los responsables de atender a los clientes con proximidad, hablando, viendo y escuchando, sin cortafuegos, sin contestadores automáticos.
Comprometidos con la accesibilidad económica de sus clientes a sus promociones y proporcionando formas flexibles de acceder a ellas, en Biznalar se atisba un futuro prometedor.
Cada segundo importa, cada vivienda es personal.

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